¿Qué son las vanguardias?
Hacia 1910 se percibe en toda Europa unas actitudes de
inconformismo y deseo de renovación en la literatura y las artes en
general. En cuanto a la literatura se
refiere, se van formando
movimientos y tendencias que,
como en su momento hizo el Romanticismo, vuelven a cambiar la manera de
entender la literatura y, en cierto modo, la vida. La característica general
principal de todos ellos es que:
• Rechazan
la realidad como referente literario, la nueva literatura de vanguardia se sale
de lo cotidiano, de lo normal y debe crear una realidad autónoma, sin paralelo
con el mundo real.
El primer movimiento de vanguardia nació en 1909 y se llamó
futurismo, desde ese momento y hasta aproximadamente 1925 toda una serie de
movimientos de vanguardia revolucionan el concepto literario tradicional. El
filósofo español José Ortega y Gasset, en su libro La deshumanización del arte,
estudió a estos movimientos y extrajo unos cuantos rasgos comunes que nos
sirven para caracterizar a la vanguardia, estos son:
• Se busca romper
con toda la tradición literaria anterior. Experimentación y deseo de
renovación: el nuevo arte no va a imitar a la realidad (esto se ve muy
claramente en la pintura vanguardista por ejemplo).
• La
literatura es intelectual o
deshumanizada: se busca la pura abstracción y el distanciamiento con todo lo
humano, es decir: el momento histórico (anécdota), el sentimentalismo, la
problemática social o política, etc…
• Es una
literatura para minorías. Sólo un reducido grupo de lectores preparados pueden
entender la nueva literatura. Es un arte voluntariamente impopular.
• Son experimentos, todos los movimientos de
vanguardia tienen una duración breve, sólo unos días, unos meses o años… una década (véase surrealismo) como
mucho. Y nacen tras la redacción de un manifiestoinaugural que fija sus
objetivos.
2. Pasemos a continuación a ver algunos de los movimientos
principales
Movimiento Futurismo
(Alejandría, 1876 - Bellagio, 1944) Escritor, dramaturgo y
poeta en lenguas italiana y francesa que dio vida al movimiento futurista, manifestación
de una profunda exigencia renovadora de las formas expresivas.
Filippo Tommaso Marinetti cursó sus primeros estudios en su
ciudad natal y en París, y se graduó en leyes en la Universidad de Génova,
aunque jamás ejerció la abogacía; decidió dedicarse por completo a la
literatura. De formación casi exclusivamente francesa, se trasladó a Milán para
colaborar con la revista francófona Antologie revue, en cuya redacción entró en
contacto con las expresiones vanguardistas.
Se dio a conocer con un pequeño poema, Les vieux marins
(1897), que obtuvo el primer premio de los Samedis populaires y que, junto con
sus siguientes obras, el poema La conquete des étoiles (1902), el volumen de
versos Destruction (1904) y la tragedia Le Roi Bombance (1905), contribuyó a
difundir en Italia la poesía decadente y simbolista. En 1905 fundó la revista
Poesía, donde pudieron publicar sus primeros versos muchos jóvenes aún
desconocidos.
Sin embargo, su decidida ruptura con la tradición se
reflejará en el primer Manifiesto del futurismo (1909), publicado en el diario
parisino Figaro, en el Manifiesto de la literatura futurista (1910) y en el
Manifiesto técnico del futurismo(1912). En ellos exaltó una nueva civilización
gobernada por las máquinas y la velocidad, defendió la violencia y la guerra,
entendida como única posibilidad de afirmación individual, y concibió una nueva
expresividad, propuesta a través de la destrucción de la sintaxis y de la
abolición del adjetivo, del adverbio y de la puntuación, con la intención de reflejar
las sensaciones inmediatas de la vida moderna y de captar con violencia la
atención del lector.
Estas teorías fueron expuestas en la mayoría de sus libros,
entre ellos Mafarka el futurista (1910), La battaglia di Tripoli (1911) y
Parole in libertá (1912). Sus conferencias y lecturas poéticas, realizadas en
numerosos países, le proporcionaron muchos seguidores y, durante años, se
dedicó a difundir el futurismo en toda Europa e incluso en América.
Su defensa de las acciones bélicas le llevó a convertirse en
un convencido partidario de la dictadura fascista, durante la cual ocupó
importantes cargos oficiales. A ese período pertenecen obras como Democrazia
futurista (1919) y Futurismo e fascismo (1924). Aunque siguió publicando
numerosas obras, entre ellas los dramas Prigionieri e Vulcani (1927), el cuento
Scatole d´amore in conserva (1927) o Poemi simultanei futuristi (1933), su
éxito y su protagonismo decayeron casi totalmente y murió olvidado durante la
Resistencia.
Movimiento Futurismo: Fue iniciado como decimos en 1909 con el
Manifiesto Futuristapor Filipo Tommaso Marinetti. La teoría del movimiento se
apoyaba, básicamente, en la exaltación de la lucha, la violencia y la
agresividad: No existe belleza alguna si no es en la lucha. Ninguna obra que no
tenga un carácter agresivo puede ser una obra maestra. La poesía debe ser
concebida como un asalto violento contra las fuerzas desconocidas, para
forzarlas a postrarse ante el hombre.
Entre los temas creativos, destaca la reivindicación de la
belleza de las nuevas creaciones de la vida moderna: el automóvil, la máquina
de escribir, la luz eléctrica, etc… (Véanse al respecto algunos poemas del
primer Salinas). Famosa es la frase del manifiesto que afirma que: Un coche de
carreras (…) es más bello que la Victoria de Samotracia.
En 1912 Marinetti redactó el
Manifiesto técnico de la literatura futurista donde se fijan las bases
formales del movimiento. Entre los rasgos más llamativos están las siguientes
propuestas:
• La
eliminación de la sintaxis: proponía colocar los sustantivos al azar, usar solo
verbos en infinitivo, suprimir adjetivos y adverbios. Eliminar la puntuación y
sustituir sus signos por matemáticos.
En España fue Pedro
Salinas, en sus primeros libros, su mejor representante.
Movimiento Cubismo
Guillaume Apollinaire
(Wilhelm Apollinaris de Kostrowitzky; Roma, 1880 - París,
1918) Poeta francés que tuvo una influencia decisiva en la formación de las
vanguardias de principios de siglo XX.
Guillaume Apollinaire
Hijo de una aristócrata polaca y de padre desconocido (acaso
el oficial italiano Francesco d'Aspermont o un príncipe de la Iglesia), después
de estudiar en liceos de Mónaco, Cannes y Niza viajó junto a su madre a París,
pero las dificultades para encontrar empleo le obligaron a colocarse como
preceptor de una familia en Alemania durante dos años.
Apollinaire frecuentó los círculos artísticos y literarios
de la capital francesa, donde adquirió cierta notoriedad. Trabajó como contable
en la Bolsa y como crítico para varias revistas, desde las que teorizó en
defensa de las nuevas tendencias, como el cubismo de sus amigos Pablo Picasso y
Georges Braque y el fauvismo de Henri Matisse, con los que compartió la vida
bohemia de la época.
El núcleo de su obra fue la poesía, a la que entendía como
un arte inseparable del conjunto de experiencias de la vida cotidiana. Fue una
pieza clave en el paralelismo entre pintura y poesía que fracturó la
problemática estética de las décadas anteriores y generó nuevas prácticas de
vanguardia en la literatura y el arte modernos. Desde sus primeros poemas,
escritos en 1897, expresó su inquietud por temas como el recuerdo, la angustia,
el amor, la melancolía y el erotismo, y su intento de innovación literaria lo
situó como una figura de transición entre el movimiento simbolista y el
surrealista.
Apollinaire dirigió y editó una colección de clásicos
eróticos (Los maestros del amor, 1909), colaboró en numerosas publicaciones,
como París-midi, Mercure de France y Les Marges, en las que hacia 1909 firmaba
con el seudónimo de Louise Lalane, y fundó las revistas Le Festin d'Esope
(1903) y Les Soirées de París(1912). Escribió las novelas eróticas Las once mil
vergas (1908) y Las hazañas de un joven Don Juan (1908), y las prosas de El
encantador en putrefacción (1909), obra basada en la leyenda de Merlín y
Viviana al que siguieron una serie de relatos de contenido fabuloso.
Su libro de poemas El bestiario o el Cortejo de Orfeo (1911)
refleja la influencia del simbolismo, al tiempo que introduce ya importantes
innovaciones formales; el reconocimiento de la crítica le llegó con Alcoholes
(1913), poemario que establecerá un singular puente entre las experiencias del
simbolismo y las inmediatas vanguardias. En los años siguientes publicó La
antitradición futurista(1913), Los pintores cubistas (1913), defensa encendida
del nuevo movimiento como superación del realismo, La Roma de los Borgia (1914)
y El poeta asesinado(1916), texto fantástico iniciado en 1900 en el que aplicó su
refinada ironía en la propuesta de una campaña para exterminar a todos los
poetas del mundo.
Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, se alistó como
voluntario en el ejército francés, donde obtuvo el grado de teniente y la
condecoración de la Cruz de Guerra. El 17 de marzo de 1916 recibió una herida
de metralla en la cabeza que dejó secuelas en su salud, y durante su
convalecencia escribió algunos de sus textos más recordados, como los poemas
gráficos de Caligramas (1918), "ideogramas líricos" que abrirán el
camino a los experimentos de la poesía visual durante el resto del siglo, y los
dramas surrealistas Los pezones de Tiresias (1917) y El color del tiempo
(1918). El 2 de mayo de 1918 contrajo matrimonio con Jacqueline Kolb, y el 9 de
noviembre del mismo año murió víctima de la epidemia de gripe que azotaba
París.
En los poemas de Caligramas, aparecidos póstumamente,
Guillaume Apollinaire llevó al extremo la experimentación formal de sus
anteriores obras, preludiando la escritura automática surrealista al romper
deliberadamente la estructura lógica y sintáctica del poema. Son célebres, por
otro lado, sus «ideogramas», en que la tipografía servía para «dibujar» objetos
con el texto mismo del poema, en un intento de aproximarse al cubismo y como
expresión del afán vanguardista de romper las distinciones de géneros y artes.
b) Cubismo Guillerme Apollinare escribe el manifiesto
cubista en 1913. El poema cubista es una yuxtaposición instantánea de imágenes
autónomas sin unión entre ellas. No hay argumento, ni historia. El poema no
reproduce la realidad sino que crea una nueva. Otros rasgos:
• Eliminación
de lo anecdótico. Rechazo de lo verosímil y de las relaciones lógicas.
• El poema
es una superposición de imágenes
yuxtapuestas sin aparente relación.
• Dimensión
plástica de la palabra con poemas que son a la vez dibujos (los llamados
caligramas)
Movimiento Dadaísmo
Tristan Tzara
(Samuel Rosenstock; Moinesti, Rumania, 1896 - París, 1963)
Poeta francés de origen rumano. Fue el principal impulsor del grupo Dadá,
movimiento de vanguardia surgido en Zurich durante la Primera Guerra Mundial
que se proponía expresar su oposición al orden establecido mediante la ruptura
con la lógica del lenguaje, en cuanto que elemento sustentador del sistema
social.
Tristan Tzara
La primera materialización de los presupuestos literarios de
Tristan Tzara se halla en su colección de poemas La primera aventura celeste
del señor Antipirina(1916). Su siguiente libro, Venticinco poemas (1919), fue
precedido por la publicación de algunas formulaciones teóricas en la revista
Dadá y del primer Manifiesto dadá (1918).
Por esa época Tzara se instaló en París y entró en contacto
con André Breton, Louis Aragon, Philippe Soupault y Paul Éluard, el grupo de la
revista Littérature, que poco después protagonizarían otro movimiento de
vanguardia, el surrealismo, al que Tzara no se adhirió. Siguió a la cabeza de
la estética dadá, la cual fue impregnándose de un tono más militante, a la par
que crecía la implicación política de Tzara (en 1936 se afilió al Partido
Comunista y durante la Segunda Guerra Mundial participó en la Resistencia
francesa).
Tras la experiencia de la guerra, la poesía de Tzara tomó un
cariz más intimista y reflexivo (La huída, 1947; El rostro interior, 1954; La
rosa y el perro, 1958), si bien conservó siempre la espontaneidad y
arbitrariedad en el manejo de las palabras, creando imágenes ilógicas que la
aproximan, en el producto final, al surrealismo, aunque se separa de éste por
su concepción originaria y por la fuerza y vitalidad que anima su expresión,
que es expresión de una individualidad que se afirma en un universo poético
autónomo.
De entre las obras en prosa de Tristan Tzara merecen
destacarse El hombre aproximado (1931), Donde beben los lobos (1933) y los
ensayos Siete manifiestos dadá (1924) y El surrealismo y la posguerra (1947).
c) Dadaísmo: El Dadá o Dadaísmo fue un movimiento surgido en
Zúrich (Suiza) en 1916 y se caracterizó por que los artistas pretendían
destruir todas las convenciones con respecto al arte, creando una especie de
antiarte o rebelión contra el orden establecido.
El movimiento dadaísta es un movimiento antiartístico,
antiliterario y antipoético porque cuestionan la existencia del arte, la
literatura y la poesía. Por cuestionar cuestionan hasta el propio dadaísmo.
Dadá se manifiesta contra la belleza eterna, contra la
eternidad de los principios, contra las leyes de la lógica y contra lo
universal en general.
Para entender qué es la estética dadá en el mundo de la
poesía nada leer algunos fragmentos del manifiesto redactados por Tristan Tzara
(fundador del movimiento):
Dada no significa nada
Si alguien lo considera inútil, si alguien no quiere perder
tiempo por una palabra que no significa nada….El primer pensamiento que se
agita en estas cabezas es de orden bacteriológico…, hallar su origen
etimológico, histórico o psicológico por lo menos. Por los periódicos sabemos
que los negros Kru llaman al rabo de la vaca sagrada: DADA. El cubo y la madre
en una cierta comarca de Italia reciben el nombre de DADA. Un caballo de
madera, la nodriza, la doble afirmación en ruso y en rumano DADA (…)
La obra de arte no debe ser la belleza en sí misma porque la
belleza ha muerto; ni alegre; ni alegre ni triste, ni clara ni oscura, no debe
divertir ni maltratar a las personas individuales sirviéndoles pastiches de
santas aureolas o los sudores de una carrera en arco a través de las
atmósferas. Una obra de arte nunca es bella por decreto, objetivamente y para
todos. Por ello, la crítica es inútil, no existe más que subjetivamente, sin el
mínimo carácter de genera¬lidad. ¿Hay quien crea haber encontrado la base
psíquica común a toda la humanidad? (…)
Así nació DADA, de una necesidad de independencia, de
des¬confianza hacía la comunidad. Los que están con nosotros conservan su libertad.
No reconocemos ninguna teoría. Basta de academias cubistas y futuristas,
laboratorios de ideas formales (…)
(Cómo se hace un poema dadaista)
Coja un periódico.
Coja unas tijeras.
Escoja en el periódico un artículo de la longitud que cuenta
darle a su poema.
Recorte el artículo.
Recorte en seguida con cuidado cada una de las palabras que
forman el artículo y métalas en una bolsa.
Agítela suavemente.
Ahora saque cada recorte uno tras otro.
Copie concienzudamente
en el orden en que hayan salido de la bolsa.
El poema se parecerá a usted.
Y es usted un escritor infinitamente original y de una
sensibilidad hechizante, aunque incomprendida del vulgo
Movimiento Surrealismo
André Breton
(Tinchebray, Francia, 1896 - París, 1966) Escritor francés.
Participó durante tres años en el movimiento dadaísta, al tiempo que
investigaba el automatismo psíquico a partir de las teorías de Charcot y Freud
sobre el inconsciente, que había descubierto durante sus estudios de medicina.
Por último, en 1924, rompió con Tristan Tzara, acusándole de conservadurismo, y
escribió el texto fundacional de un nuevo movimiento, el Manifiesto del
surrealismo.
André Breton
Con una prosa casi poética y un estilo emotivo y exaltado,
postulaba la existencia de una realidad superior a la que sería posible acceder
poniendo en contacto dos mundos, la vigilia y el sueño, que tradicionalmente se
habían mantenido separados. Reivindicaba la liberación del mundo del
subconsciente y con ello una nueva forma de pensar que terminara con la
dictadura exclusiva de la lógica y la moral.
El nuevo grupo surrealista nació con un fuerte componente
sectario, promovido en gran parte por el propio Breton, quien desde la
«ortodoxia» surrealista denunció numerosas «desviaciones», la menor de las
cuales no fue, sin embargo, su propio intento de politizar el movimiento a raíz
de su afiliación al Partido Comunista (1927). El Segundo Manifiesto surrealista
(1930) responde a la voluntad de insertar el surrealismo en unas coordenadas
políticas y revolucionarias, lo que provocó grandes disensiones en el grupo.
Sin embargo, en 1935, Breton rompió con el Partido Comunista
y viajó a México, donde su relación con Trotski le llevó a redactar un tercer
manifiesto en 1941. Entre sus obras destaca la novela Nadja (1928), a la que
siguieron otras, como La inmaculada concepción (1930) o Los vasos comunicantes
(1932). En 1946 regresó a su país y fundó nuevas revistas surrealistas, al
tiempo que mostraba su oposición al realismo imperante en literatura y en
especial a Albert Camus.
Louis Aragon
(París, 1897-1982) Escritor francés. Terminados sus estudios
medios, comenzó a estudiar medicina, que interrumpió para alistarse voluntario
en 1917 para la Gran Guerra. Durante el período de instrucción conoció a André
Breton y a Philippe Soupault, con los que volvió a encontrarse en París en 1919
y con los que fundó la revista Littérature, órgano del dadaísmo parisiense que
recogía las ideas que algunos años antes había expresado Tristan Tzara en
Zúrich, quien, por otra parte, también colaboró en la revista junto con Paul
Éluard y otros jóvenes.
Louis Aragon
En este grupo, además de la aspiración a la tierra quemada,
se manifiesta el interés por la escritura automática y por "el empleo
apasionado y desenfrenado de imágenes estupefacientes". En 1923 el grupo,
reforzado con nuevas aportaciones, funda la revista La révolution surréaliste,
que después se convertiría en Le surréalisme au service de la révolution. Es el
período en el que a Louis Aragon le influyen más Apollinaire y Lautréamont,
como se advierte en sus antologías poéticas Feu de joie (1920), Le mouvement
perpétuel (1925) y La grande gaité(1929), en antologías en prosa como El
libertinaje (1924), y en los escritos de ocasión para las revistas del
surrealismo militante.
Sus obras principales de esta época son El campesino de
París (1926), itinerario fabuloso a través de las maravillas cotidianas de la
ciudad, y Tratado del estilo(1928), insolente e iconoclasta exposición de las ideas
y actitudes de la nueva generación. Pero en su obra y su carrera ya se iba
anunciando un cambio decisivo: en 1928 conoció en París a la escritora rusa
Elsa Triolet, hermana de aquella Lily Brik tan estrechamente ligada a la
biografía de Maiakovski, y la hizo la compañera de su vida y su inspiradora y
consejera en su trabajo literario.
Dos años después participó activamente en el Congreso de
Escritores Revolucionarios convocado en Járkov (URSS). De regreso a Francia,
rompió con los surrealistas, y en especial con André Breton, y sustituyó el
diletantismo literario de su primera juventud por un claro compromiso político,
participando activamente en las manifestaciones del movimiento obrero,
asumiendo la dirección del diario comunista Ce soir y contribuyendo a difundir
la literatura soviética del realismo socialista.
Sus primeros pasos en esta nueva dirección todavía eran
inseguros: el poema Hurra por los Urales (1934), epopeya de la construcción del
socialismo en la URSS, contiene ecos de experiencias anteriores que se avienen
mal con sus intenciones abiertamente propagandísticas. Más importante es el
ciclo de novelas publicado con el título común de El mundo real, grandes
frescos sociales que describen la sociedad francesa a comienzos del siglo XX y
que se muestran más persuasivos en la denuncia de las hipocresías y los
defectos históricos de la clase dominante que en la descripción de quienes se
rebelan contra ella: Las campanas de Bale (1934), Los bellos barrios (1936),
Los viajeros de la Imperial (1942) y Aurélien (1945).
Durante la guerra y la ocupación alemana, regresó a la
poesía: era la época de los tiernos lirismos amorosos de Los ojos de Elsa
(1942) y las numerosas antologías de versos patrióticos (Le crève coeur, 1941;
Le Musée Grevin, 1943 y La Diana francesa, 1945), que también adquirieron una
extraordinaria popularidad por la deliberada simplificación de sentimientos y
formas, así como por su tono claramente cantable.
Tras la liberación, entró a formar parte del comité central
del Partido Comunista Francés, e intentó un nuevo ciclo narrativo según las
directrices del realismo socialista, pero interrumpió Los comunistas, donde sus
mejores dotes de escritor suelen verse sofocadas por la excesiva simplicidad de
su discurso, después de los primeros seis volúmenes (1949-1951). Su mejor
novela es ciertamente La Semana Santa (1958), brillantísimo fresco de la
Francia de los Cien Días, con algún eco indirecto de preocupaciones más
actuales.
A partir de los años sesenta se agrieta la seguridad de la
construcción narrativa de Aragon. En efecto, las novelas La suerte de matar
(1965), Blanca o el olvido, (1967), Henri Matisse, novela (1971), Teatro-Novela
(1974), y la colección de novelas Le mentir vrai (1980), con sus módulos
estilísticos nuevos (doble trama narrativa, alternancia de verdad y ficción)
demuestran su distanciamiento de la novela realista y su acercamiento a una
literatura más refinada, que se toma a sí misma como objeto.
Su creación poética también alcanza momentos felices de
intensidad lírica con las antologías tituladas Le Fou d'Elsa (1963), Il ne
m'est Paris que d'Elsa (1964) y Les adieux et autres poèmes (1982). También fue
intensa su actividad de crítico y hombre de cultura, como director del
semanario Les Lettres Françaises y como intérprete de escritores del pasado y
del presente: Hugo, poète réaliste (1952), La lumière de Stendhal (1954),
Littératures soviétiques (1955) y J'abats mon jeu(1959). Hay que recordar también
Habitaciones. Poema del tiempo que no pasa y su autobiografía poética La novela
inacabada (1956).
d) El Surrealismo
(también llamada Suprarealismo o Superrealismo)
elimina la lógica, la realidad y
la razón como elementos de la obra artística. Para el surrealismo, la creación
es un producto del mundo de los sueños o del subconsciente. En este sentido,
las nuevas teorías de Freud sobre el mundo de los sueños y el subconsciente
influyeron de manera decisiva en el movimiento.
Nació en Francia en 1924 de la mano de los poetas franceses André Bretón y Louis Aragón
entre otros. En el año 1924 Bretón publicó El Manifiesto Surrealista y desde
ese momento se convirtió en el líder del grupo.
El surrealismo surgió del movimiento Dadá. Como el dadaísmo,
el surrealismo destaca el papel del subconsciente en la actividad creadora,
pero, al contrario que el dadaísmo, lo utilizó con la intención de crear textos
de valor literario.
El surrealismo, como vemos, es un nuevo concepto creativo y
por tanto necesitaba también emplear nuevas técnicas compositivas, porque cómo
se logra escribir lo que proviene del subconsciente. Para alejar la razón y la
lógica del proceso creativo, los surrealistas utilizaron una nueva técnica: la
escritura automática. Es decir, escribir dejando salir libremente y sin orden
ni coherencia las imágenes, ideas, conexiones que pasan por el cerebro y deben
ir directamente a la máquina de escribir. El poema se convierte así en una
recreación única del mundo de los sueños y el subconsciente.
NOTA Limitaciones del surrealismo en la literatura española:
Los escritores españoles, en general, no practicaron el
surrealismo como en Francia. Los escritores surrealistas españoles nunca
practicaron laescritura automática, considerada por Bretón como condición
imprescindible para la creación surrealista. Pero si usaron del surrealismo:
La creación de
imágenes y metáforas
irracionales. La implicación del surrealismo con el ser humano oprimido que se
manifiesta en la total rebeldía y rechazo que el surrealismo tiene de la
sociedad burguesa, la moral, la religión y
las normas sociales.
(Ejemplo de poema surrealista) EL REY DEL HARLEN
(fragmento). F. Gª Lorca: Poeta en Nueva York, 1930
Las rosas huían por los filos
de las últimas curvas del aire,
y en los montones de azafrán
los niños machacaban pequeñas ardillas
con un rubor de frenesí manchado
Es preciso cruzar los puentes
y llegar al rubor negro
para que el perfume de pulmón
nos golpee las sienes con su vestido
de caliente piña.
Con una cuchara
arrancaba los ojos a los cocodrilos
y golpeaba el trasero de los monos.
Con una cuchara.
Fuego de siempre dormía en los pedernales,
y los escarabajos borrachos de anís
olvidaban el musgo de las aldeas.
Aquel viejo cubierto de setas
iba al sitio donde lloraban los negros
mientras crujía la cuchara del rey
y llegaban los tanques de agua podrida.
(…)
Fragmento de El rey del Harlem, Poeta en Nueva York, 1930
– Vanguardias hispánicas.
Ramón Gómez de la Serna fue el escritor pionero en la introducción
de la vanguardia en las letras españolas.
Aunque no podemos adscribirlo en ninguno de los movimientos de
vanguardia concretos, su labor a través de sus renovadores textos y de las
tertulias literarias que organizó fue esencial para la recepción el
vanguardismo. Fue un escritor prolífico. Escribió de todo: novela, ensayo,
poesía, teatro… Pero su creación más conocida, por la que ha pasado a la
historia es la Greguería. Podemos
definir la greguería como la unión de metáfora + humor. Veamos algunas de las
miles que escribió y reunió en colecciones:
Los jóvenes escritores de la década de los años 20
recibieron la vanguardia con entusiasmo y fueron muchos los movimientos de
vanguardia “autóctonos”. Destacaremos los siguientes:
Movimiento Creacionismo
Vicente Huidobro
(Santiago, 1893 - Cartagena, Chile, 1948) Poeta chileno
fundador del Creacionismo, movimiento poético vanguardista. Fue además uno de
los impulsores de la poesía de vanguardia en América Latina.
Vicente Huidobro
Vicente Huidobro nació en el seno de una familia de la elite
oligárquica, vinculada a la gran propiedad agrícola, a la banca y a la
política. Cursó la enseñanza primaria con institutrices privadas y la
secundaria en el Colegio de San Ignacio de la Compañía de Jesús. Aunque fue
crítico con la enseñanza jesuítica, tomó de ella una postura elitista ante la
vida.
Desde su juventud realizó frecuentes viajes por Europa, que
le valieron un profundo enriquecimiento cultural y una depuración de sus gustos
estéticos. Particularmente intenso desde la experiencia intelectual fue el
largo período en que residió en París, ciudad a la que llegó en 1916, en plena
guerra mundial; allí conoció a Picasso, Juan Gris, Max Jacob y Joan Miró, entre
otras figuras de la cultura del momento. Escribió en revistas literarias junto
a poetas como Apollinaire, Pierre Reverdy, Tristán Tzara, André Breton y Louis
Aragon; es decir, lo más granado de la poesía francesa del momento.
El Creacionismo
Al periodo parisino corresponde la fundación del
Creacionismo, corriente que situaba al creador artístico a la altura de un
demiurgo capaz de insuflar a su creación un aliento vital tan poderoso que se
podría medir, incluso, con las creaciones de la propia Naturaleza. Así, para
Huidobro el artista no debía limitarse a imitar la Naturaleza (de ahí el título
de su manifiesto creacionista: Non serviam, "no serviré"), sino que
debía mantener con ella una especie de competición en la que podía mostrar el
vitalismo de su propia obra. Es la famosa tesis que sintetizó en la fórmula:
¿Por qué cantáis la rosa, ¡oh poetas!? / Hacedla florecer en el poema.
Lógicamente, esta concepción llevaba aparejada la necesidad
de crear nuevas imágenes -tan coloristas como animadas y sorprendentes- e,
incluso, un novedoso lenguaje poético capaz de romper con todos los niveles de
la lengua y de generar también su propia sintaxis; de ahí que la yuxtaposición
(de oraciones, vocablos o sonidos extrañamente puestos en contacto) se
convirtiera en una de las características más acusadas del Creacionismo, al tiempo
que las largas secuencias y enumeraciones de palabras y sintagmas contribuían
decisivamente a dar al poema esa apariencia de objeto aleatorio, mera creación
de un dios absorto en las posibilidades estéticas del material con que moldea
su obra.
Con estos presupuestos estéticos, Vicente Huidobro se
presentó en Madrid en 1918, donde fundó un destacado grupo de poetas
creacionistas consagrados a la elaboración de textos que seguían fielmente los
postulados del ya respetado maestro chileno. Por aquel entonces ya era un poeta
fecundo, que arrastraba tras sí una interesante producción literaria: seis
poemarios impresos en su país natal (Ecos del alma, La gruta del silencio,
Canciones en la noche, Pasando y pasando, Las pagodas ocultas y Adán), uno
aparecido en Buenos Aires (El espejo de agua) y otro publicado en París
(Horizon Carré). A ellos se añadirían pronto cuatro nuevos poemarios (Poemas
árticos, Ecuatorial, Tour Eiffel y Hallali).
a) El Creacionismo. Su iniciador es el poeta chileno Vicente
Huidobro hacia el año 1918. El poeta aspira a escribir un poema tomando de la
vida sus motivos y transformándolos para darles nueva vida en el texto. Nada de
anecdótico (experiencias personales) ni descriptivo. El poema es una creación
autónoma de la realidad exterior, con su propia naturaleza. Hacer un poema,
como la naturaleza hace un árbol. Resumiendo, sus rasgos son:
• Crear un
poema como la naturaleza hace brotar la vegetación.
• Prescindir
de todo lo anecdótico y descriptivo.
• El
sentimiento tiene que salir solamente de la fuerza creadora.
• Se
suprimen los signos de puntuación y la
estructura sintáctica de la frase.
• Yuxtaposición
de imágenes que no necesitan tener un referente en la realidad.
Como vemos en el poema del ejemplo, también emplearon los
caligramas para “crear” el poema.
Movimiento Ultraísmo
Guillermo de Torre
(Madrid, 1900 - Buenos Aires, 1971) Crítico literario,
ensayista y poeta español. Identificado con los movimientos de vanguardia de la
primera mitad del siglo XX, fue uno de los impulsores del ultraísmo. Después de
la publicación de los poemas ultraístas Hélices (1923), se orientó
definitivamente al cultivo del ensayo literario, donde destacó como comentador
del fenómeno estético vanguardista. Fue colaborador habitual de Revista de
Occidente, Sur y El sol, y fundador, junto con Giménez Caballero, de La Gaceta
Literaria (1927) y, junto con Pedro Salinas, de Índice Literario (1932). Desde
1956 fue catedrático de la Universidad de Buenos Aires, donde fijó su
residencia. Sus volúmenes más importantes son Literaturas europeas de
vanguardia (1925, reeditado y ampliado en 1965), La aventura y el orden (1943),
Problemática de la literatura (1951), Las metamorfosis de Proteo(1956), El fiel
de la balanza (1961) y Tres conceptos de la literatura hispanoamericana (1963).
Guillermo de Torre
Influido por la poesía del francés Stéphane Mallarmé y de
los parnasianos, y por el pensamiento filosófico de José Ortega y Gasset (en
particular por las ideas expresadas por éste en La deshumanización del arte),
Guillermo de Torre impulsó junto a Rafael Cansinos Assens la constitución del
grupo poético Ultra. En 1920, publicó en la revista Grecia el Manifiesto
vertical ultraísta, término éste inventado por él para designar al movimiento.
El manifiesto ultraísta abogó por la unificación de las tendencias
vanguardistas de la poesía y la creación de un poema puro, cuyos únicos
sustentos fuesen la imagen y la metáfora. Al año siguiente patrocinó la revista
Ultra, en la que colaboró el argentino Jorge Luis Borges, y en 1923 dio a
conocer su poemario Hélices, cuyo contenido es fiel a los principios estéticos
proclamados.
Dos años más tarde, a raíz de la repercusión de su ensayo
Literaturas europeas de vanguardia, comenzó a dedicarse casi exclusivamente a
la crítica literaria, mientras los ultraístas derivaban hacia el creacionismo.
Desde las publicaciones Revista de Occidente, Sur, El Sol, Gaceta Literaria
(que en 1927 fundó con Ernesto Giménez Caballero) e Índice Literario (con Pedro
Salinas en 1932), Guillermo de Torre defendió la estética de los movimientos
artísticos de vanguardia. En 1928 extendió su actividad intelectual al campo
docente y ejerció como profesor de diversas universidades estadounidenses y,
desde 1956, como catedrático de la Universidad de Buenos Aires, ciudad donde se
estableció definitivamente.
Guillermo de Torre también contribuyó al conocimiento de los
poetas modernos como traductor de Max Jacob y Paul Verlaine, y como director de
la colección Poetas de España y América, dentro de la cual editó las Obras
completas de Federico García Lorca. Algunos de sus ensayos más importantes son
La aventura y el orden (1943), Problemática de la literatura (1951), Tres
conceptos de la literatura hispanoamericana (1963), Historia de las literaturas
de vanguardia(1965), y Nuevas direcciones de la crítica literaria (1970).
B) Ultraísmo. Creado por Guillermo de la Torre en 1918,
cuando aparece su manifiesto literario. Aunque como el resto de movimientos de
vanguardia murió pronto, cumplió, sin embargo, con su misión de inspirar a los
poetas del 27. Posiblemente junto con creacionismo y el surrealismo es el
movimiento más influyente entre los poetas de la generación. Su representante
más ilustre fue, sin embargo, el escritor argentino Jorge Luis Borges
La estética ultraísta es similar al Creacionismo, Guillermo de la Torre defina así este movimiento:
“El ultraísmo busca la reintegración de lo lírico y la
rehabilitación de la poesía. Usa los elementos puros e imperecederos: La imagen
y la metáfora, y rechaza todos los elementos extraños: acción, motivos
narrativos y retórica”. Algunos de sus rasgos
son:
• La
supresión de la rima, el poema se apoya en otros elementos como el ritmo y la
medida del verso.
• La
yuxtaposición de imágenes y la supresión las conexiones lógicas.
• Empleo de
temas propios del futurismo, es decir, las nuevas creaciones del progreso.
Fuente :
http://masterlengua.com/los-principales-movimientos-de-vanguardia/
https://www.biografiasyvidas.com/
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