Los antígenos son
cualquier tipo de sustancia que incita la producción de
anticuerpos del sistema inmunitario, y pensaréis ¿qué tiene esto de
incorrecto? La respuesta es que esos anticuerpos que fabrica el sistema
inmunitario cuando detecta cuerpos extraños como los antígenos atacan
al propio sistema inmune, ocasionando así una serie de lesiones y enfermedades, ya
que el cuerpo no es capaz de reconocer y por lo tanto aceptar la sustancia que
se encuentra en nuestro organismo, y por lo tanto intenta luchar contra ella.
Cuando el organismo detecta estos cuerpos extraños (antígenos) los ataca
con linfocitos. Los linfocitos son una de las células que
forman el sistema inmunitario, son células inmunocompetentes,lo
cual significa que responden específicamente y con memoria frente a un
estímulo antigénico.
Qué
son los antígenos y los anticuerpos
Como
hemos dicho, un antígeno es una sustancia que nuestro organismo no es capaz
de reconocer, lo cual desencadena la producción de anticuerpos contra
el propio sistema inmunitario. Pero, ¿qué tipo de sustancias son los antígenos?
Pueden ser tanto sustancias que proceden del exterior, como
por ejemplo: bacterias, polen, virus o químicos; o bien pueden
ser sustancias que se hayan formado dentro del cuerpo, como
son los antígenos dehistocompatibilidad (HLA), que son propios de cada
individuo, algo así como una huella digital, aunque sin llegar a ser exclusiva
de un único individuo. Estos HLA están presentes en las células y
los tejidos. Si una célula o un órgano de un individuo se
ponen en contacto con los linfocitos de otro individuo, estos
reconocerán los HLA como no propios e intentarán luchar frente a ellos, destruyéndolos (esto
es lo que ocurre en el rechazo de trasplantes de órganos y tejidos).
Los anticuerpos son
proteínas fabricadas por el sistema inmunitario de un organismo cuando este
descubre sustancias que son nocivas, a las que se les llama antígenos. Al
igual que existen distintos tipos de antígenos, existen distintos tipos de
anticuerpos, y es que cada tipo de anticuerpo es exclusivo y por lo tanto defiende al
organismo contra una clase determinada de antígeno. Los anticuerpos también los
puede producir el sistema inmunitario por equivocación, si
este confunde un tejido que está sano con una sustancia perjudicial o
dañina. A esto último se le pone nombre de trastorno autoinmunitario.
Estructura
de los anticuerpos
La
estructura que presentan generalmente todos los anticuerpos es
muy similar, ya que todos presentan en su composición una proteína cuya forma
característica es la Y, por lo cual los anticuerpos mostrarán esta forma. Pero
además, se presentan unas variaciones en los extremos de dicha proteína. Esto
es lo que aporta variabilidad a los anticuerpos, ya que, como
sabemos, el organismo humano es capaz de fabricar millones de anticuerpos que
son diferentes, y cada uno de los cuales nos defiende de un tipo de
enfermedad diferente. Por lo cual, y sintetizando lo anterior, podemos
decir que la variabilidad de los anticuerpos reside en que cada uno de los
mismos presenta un extremo sutilmente diferente. Esta región de la proteína
recibe el nombre de región hipervariable. Cada variedad
de anticuerpo se une a un antígeno diferente.
Y, dicho
esto, ¿qué significa que un anticuerpo se una a un antígeno?
En el
momento en que un anticuerpo se encuentra con un antígeno que le es complementario lo
reconoce, y lo marca para que otras células miembros del sistema inmunitario
lo ataquen. A esta unión de un anticuerpo y un antígeno se le
puede llamar complejos antígeno-anticuerpo. Los leucocitos que sean
de tipo granulocitos (ya que hay varios tipos de leucocitos)
se encargarán de fagocitar a dichos complejos, con la única
intención de eliminar al antígeno perjudicial de nuestro
organismo.
Estructura
de los antígenos
Los
antígenos presentan una estructura tridimensional y a su vez
una región específica de unión con los anticuerpos, que recibe el nombre
de epítopo. Esto hace que exista un gran número de anticuerpos para
cada posible antígeno, ya que un mismo antígeno puede presentar
diferentes epítopos.
Los
epítopos son una parte fundamental de la estructura de los antígenos, dado que
son las regiones de la macromolécula que pueden ser
reconocidas por un anticuerpo que le es específico y así activar la
respuesta inmune.
También
debemos citar que el antígeno presenta ciertas regiones llamadas inmunodominantes, estas
son las zonas del antígeno a las que se unen la mayoría de los anticuerpos.
Función
de los anticuerpos en la respuesta inmune
Los
anticuerpos desempeñan la función de proteger al organismo, ya que
forman para del sistema inmunitario, por lo que de una forma u otra atacan al
agente intruso al detectarloen el organismo. Su papel lo desempeñan
de tres formas diferentes:
- Imposibilitando la entrada de
los agentes patógenos a las células y evitar que les produzcan algún daño.
Esta forma recibiría el nombre de neutralización.
- Pueden desencadenar que los
patógenos sean eliminados por macrófagos y otras células.
Esto lo hacen cubriendo externamente al agente patógeno, y recibe el
nombre de opsonización.
- Pueden provocar que el
agente patógeno sea destruido directamente mediante la
activación de otras respuestas inmunes, entre las que se encuentran la vía
del complemento. Esta acción recibe el nombre de lisis.
Función
de los antígenos en la respuesta inmune
En
primer lugar, hay que señalar que todos los antígenos no son capaces de activar
la respuesta inmune, ya que esto depende también de los
anticuerpos. Si estimulan la respuesta inmune se denominan inmunógenos.
Estos
antígenos son sustancias que nuestro organismo no es capaz de reconocer y
por ello las rechaza. Por lo que son considerados como agentes
patógenos que tienen como complementarios anticuerpos específicos que son
los encargados de eliminarlos.